Con la irrupción primaveral de septiembre llega el circo, en casa de los Parra Rojas no se hace esperar, el domador de gatos se apresta al salto felino que traspasará un improvisado arco de alambre sobre unos cajones, la acrobacia gatuna cobra el aplauso de las pequeñas Lala y Nina.
Continúa el espectáculo con las variadas artes escénicas de madeimoselle Lilí, canta, baila y entretiene, Lilí cobra vida desde un pañuelo blanco atado al dedo índice del padre, con sus expresivos ojos pintados
El responsable de tales imaginerías y con el único costo del ingenio, solventado por amor a sus hijas es el gran creador Roberto Parra.
Lo recordamos como padre, Feliz Día Don Roberto.